Buenos Aires ya no era la misma que había conocido antes. Algo había cambiado. Había un Coronel llamado Juan Domingo Perón, que desde la Secretaría de Trabajo y Previsión inició algo impensado para la época. Hablaba de “dignidad social” y “derechos de los trabajadores”.
Ahora podía trabajar en mejores condiciones, ya no había abusos .
Estaba de moda el “bolero”, que interpretaba con el nombre de Rigo Suarez y por lo que cobraba bastante bien sus actuaciones por radio. Pero cuando cantaba música del altiplano, lo hacía con el de Tarateño Rojas, gratis y con muchas dificultades.
Cierta vez, trabajando en “Radio Splendith”, cuando todavía era inglesa, su dueño,reconoció su voz inconfundible – de tenor- pero no cantando boleros sino canciones andinas, y –¡para colmo!- en quechua. No le importó que lo hiciera en otra radio ni con otro nombre.Indignado ordenó que lo despidieran ya que no iba a permitir que en su radio cante ningún “indio”. Esas eran las “dificultades cotidianas” con las que debía luchar.
Buenos Aires, se conmocionó en Octubre de 1945.
El Tarateño, como otros miles de “cabecitas negras” ,“grasitas”, “descamisados” o “aluvión zoológico”, fue a la Plaza de Mayo para pedir por aquel Coronel que tanto había hecho por los que querían vivir de su trabajo y como tantos de ellos, puso “las patas” en la fuente para calmar el calor y el cansancio de los pies, después de semejante jornada.
A partir del primer gobierno de Perón, hubo cambios decisivos en las condiciones para promover y desarrollar la música folklórica nacional como latinoamericana, en los grandes centros urbanos. A partir de ese momento se abrieron las puertas de los teatros y radios. Se iniciaron las grandes compañías folklóricas y fue allí formando parte de la Compañía Folklorica de Angelita Vélez, por primera vez el folklore boliviano y el charango, entraron al Teatro Colon de Buenos Aires de la mano del Tarateño, en la Temporada Oficial de 1948. Estando presente Eva Peron, como era tradicional en las temporadas oficiales, accedió a bailar con el Tarateño una cueca, como muestra de su respeto y respaldo a la música y cultura indoamericana (como se la denominaba en ese momento). A partir de 1948, inició varias giras por Latinoamérica y Europa, integrando las compañías de Fancisco Lomuto, Angelita Vélez y Joaquín Pérez Fernandez. También realizó con Imperio Argentina, una película “Pachamama”, donde actuaban y cantaban música andina. En reconocimiento a su labor cultural, el Gobierno Argentino le regala una casa en Ciudad Evita, que estaba siendo construída, obsequio al que agradece pero declina, declarando:“soy peronista y admiro al General Perón y a Evita por lo que son y hacen, y no por conveniencia personal...” En 1952 se casa en Buenos Aires,con Leonor Tapia Galdo, boliviana nacida en Colomi, Cochabamba. En 1953 nace su primer hija, Victoria Leonor Rojas. Continuando con sus giras, por Sudamérica, logra imponerse con su música del Altiplano editando sus primeros discos de “pasta”. En 1955 nace su segunda hija, Rosa Cecilia Rojas. Pero también se produce el golpe de Estado que derroca a Perón. Entonces empezaron las “listas negras”en radios y teatros, y le fue muy difícil al Tarateño Rojas, poder trabajar. Otra vez tuvo que empezar. Siguió con las giras aunque estaba prohibido pasar su música por radio. Esto dificultó la edición de otros discos, en esa época. Alrededor de1959 compone el taquirari Sucu-sucu,inspirándose en el movimiento del tren. Este ritmo bailable, muy pronto se impone. En los años ´60 es llevado a España por Alberto Cortés a quien lo denominan Mr. Sucu-sucu, siendo el primer gran éxito del cantante en Europa, quien recuerda "gracias al Sucu sucu, me quedé en Europa y comencé mi carrera". El Tarateño fue elegido Director Artístico de la Sociedad Boliviana de Buenos Aires, desarrollando una extraordinaria labor de difusión de la música y la cultura de su país. En 1963 presenta a Jaime Torres en Buenos Aires, en dicha Asociación. A mediados de los años ´60 vuelve a resurgir la música folklórica popular, que lo tiene como protagonista junto a Jorge Cafrune, Mercedes Sosa, Los Fronterizos, Alma García, Suma Paz, Horacio Guaraní, Eduardo Falú, etc. Se reanudan las presentaciones por televisión, realizando variastemporadas por Canal 7 en el Patio de Jaime Dávalos, otros canales de Montevideo y el interior del país. En 1964 vuelve por primera y única vez a Bolivia. Allí es recibido por el Presidente René Barrientos, también tarateño de nacimiento. Realiza una extensa gira por todo el país y es condecorado por sus compatriotas. Presenta a su familia en el espectáculo que organiza: a sus hijas Victoria y Cecilia como Las Tarateñitas, su esposa como La cochalita Leonor y a su hijo Adolfo de sólo 3 años como “Malambo” Rojas, quien cantaba y bailaba. Llena todos los teatros donde se presenta, desde La Paz hasta Santa Cruz. Vuelve a Cochabamba y se reencuentra con sus hermanos y demás familia. Después de casi cuatro meses de gira, vuelve a Buenos Aires. En años posteriores se extendieron las presentaciones por otros canales de televisión, Canal 9 y 13 de Buenos Aires. Formaron su conjunto músicos de primer nivel: Antonio Pantoja, quenista peruano, Tito Véliz, guitarrista, etc.
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